Por la vertiginosa vida que llevamos nos cuesta reparar en el otro, por cercano que sea, en sus preocupaciones, en sus conflictos emocionales; y seguimos en lo nuestro y dejamos pasar oportunidades para reconocer y ayudar a quienes nos necesitan no solo como consejeros, sino...

Después de lo vivido durante los dos últimos años, las secuelas que el encierro, el temor y la angustia ante la pérdida dejaran en la psique de nuestras familias, huellas indelebles,  fuertes y profundas, aún sobreviven. Y sobreviven para mal, o al menos no contribuyen...