ERRORES RECURRENTES

Es inevitable que en el transcurso de una gestión, los funcionarios de cualquier ente público o privado cometan errores, equivoquen sus pasos, incluso en ocasiones de manera involuntaria; más, cuando los errores se replican una y otra vez a lo largo de los tiempos, es bueno buscar medidas alternativas para solucionarlos. El Ministerio de Educación al estar situado en Quito genera para muchos de sus burócratas un primer equívoco: cuando piensan en calendarios, disposiciones atinentes a aspectos culturales, geográficos, climáticos, de manera inmediata, como es obvio, piensan en su realidad, su habitad: la sierra, y olvidan la coexistencia de un doble calendario escolar motivado por las realidades geográficas y atmosféricas: dos regiones, dos universos distintos, dos mundos diferentes. Acaso bueno sería, ya que existe en el organigrama estructural vigente, que sea la Subsecretaría de la Costa la que maneje aquellas cosas como: el calendario, inicio y conclusión del año lectivo, periodos vacacionales; ciertamente sus funcionarios van hacerlo más acertadamente,  pues lo harían desde su realidad, desde sus fechas históricas provinciales y locales, desde su clima y desde sus requerimientos comunitarios. El segundo error que persiste desde hace ya muchísimos años, es el normar olvidando que existe una educación particular que camina paralela dentro del sistema educativo, pero que al mismo tiempo responde a otras normativas legales, ya sean estas laborales, societarias, etc., que le implican asumir otro tipo de responsabilidades con otros ministerios y entidades del Estado. El Ministerio manda, dispone, obliga desde el criterio de lo fiscal, de lo oficial, desde la Ley Orgánica de Servicio Público, que en ocasiones vulnera o choca  con normas que rigen al sector privado, por citar solo el ámbito de lo laboral. Acaso sería importante crear un viceministerio o subsecretaría que coordine, que dé forma al mundo de la educación particular, que evidentemente por serlo, tiene sus propias especificidades, requerimientos y demandas.
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