Con enfoque virtual

En estos días es muy común escuchar cuando se habla de la educación virtual o en línea, sobre si ésta llegó para quedarse o será el gran salto de la educación moderna, mientras muchos detractores, sobre todo, padres de familia, manifiestan su inconformidad con ella y su desagrado. Ciertamente la educación, lo hemos dicho mil veces, es un acto esencialmente humano y como tal necesita del contacto, el toque presencial y la interacción; sin embargo, ayudas como las que brindan las plataformas, las aplicaciones y la creatividad tecnológica, no pueden ni deben ser menospreciadas. La educación en línea está bien para pasar la mala racha pero no pensamos que llegó para destronar al encuentro personal entre educador y educando. Definitivamente, lo que sí hay que rescatar, es la urgencia que tenemos como país de favorecer la conectividad brindando así la posibilidad de que todos accedan al internet se vuelve vital, pues al ritmo que va la vida se va dejando una larga cadena de analfabetos digitales. Sin duda, las facilidades de investigar, contrastar, admirar contenidos académicos es inmenso y esa enormidad no puede quedar fuera de los límites del proceso de enseñanza aprendizaje. La educación en línea, que hoy decimos que está bien para suplir las urgencias actuales, no puede descartarse y peor ignorarse, sería tanto como si en su tiempo el profesor de geografía hubiese menospreciado el mapa, la brújula o los planos; debemos de ella sacar lo mejor posible para convertir ese inmenso material en recurso didáctico que apuntale el proceso de aprender. No para sustituir sí para complementar y bien a la educación presencial, la educación en línea se ha ganado un importante espacio y no debe ser tenida de menos ni menospreciarse solamente porque no se la conoce del todo o no se pueda de primera mano, aprovechar todas sus potencialidades. El país tendrá que hacer un enorme esfuerzo para poder brindarle un enfoque virtual a la educación  si queremos que esta cumpla y proyecte a niños y jóvenes al mundo del siglo XXI.   Dr. Abelardo García Calderón
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