Nivelación Necesaria

Ciertamente no somos amigos de los cursos propedéuticos, pues desde nuestro criterio el alumno que no está suficientemente preparado para enfrentar un reto no debió ser promovido, pues nada se logra con ello, únicamente sobrecargar al nuevo docente y aumentar la ansiedad del estudiante. Resulta siempre mejor llenar vacíos, adquirir todas las seguridades y el conocimiento, y eso solo se logra en la repetición de la materia o del curso. Sin embargo, como en todo, las circunstancias demandan atenciones específicas y, justamente  hoy, vivimos esas inevitables “circunstancias”. La redundancia va porque queremos resaltar que hemos vivido dos años diferentes y medio especiales en los procesos de aprendizaje: la teleeducación, la dispersión y distracción ante el conocimiento emanado desde el profesor; el desapego y la falta de motivación, han contribuido seriamente a que el estudiante no cumpla a cabalidad con el proceso de aprender. No hay mucha profundidad en su conocimiento y sin duda, la poca práctica en la resolución de problemas no les ha dejado las destrezas suficientes para enfrentar los retos que la universidad demanda. En estas condiciones sí creemos recomendable que la academia reciba a estos nuevos bachilleres que llevan dos años de estudios diferenciados con sendos cursos de nivelación, que les actualicen conocimientos, llenen los vacíos generados y realmente adecuen el terreno para seguir en la demandante etapa que inicia. Nunca debe decirse nunca y, ciertamente, en ocasiones se vuelve indispensable el atender las particularidades que se generan en cada caso en el campo educativo; eso hace hermoso y grande el terreno en él que se camina en la educación. La necesidad de adaptación a las circunstancias, la vigencia o no de los conocimientos, la ninguna o suficiente motivación, son siempre puntos considerables para definir qué hacer en cada momento y con cada quien. Hoy, de manera general, creemos que esos estudiantes necesitan bases suficientemente sólidas para garantizar su éxito universitario.   Dr. Abelardo García Calderón
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