26 Ene No más de lo mismo
“Nadie se baña dos veces en el mismo río”, explicaba Heráclito cuando hablaba del devenir; sin embargo, parecería que esto no se ha hecho claro entre nosotros o al menos entre los mandos medios del Ministerio de Educación, que una vez más apuntan a resultados numéricos y no a lo de fondo; que una vez más, buscan la promoción para bajar la repitencia y mejorar la estadística que el aprendizaje cierto.
Y es que, cuando todos sabemos el legado pobre y penoso que nos dejó el confinamiento de niños y adolescentes, cuando hemos luchado todos contra la baja atención y concentración para rescatar ideas; cuando seguros estamos todos de que los alumnos de hoy no manejan ni conocimientos, ni habilidades, ni destrezas adecuadas a su edad, comienzan a darse instrucciones para que los estudiantes sean tratados con consideraciones especiales (por decir lo menos) al momento de ser evaluados al final de presente año lectivo.
Así se recomienda entonces, evaluar con banco de preguntas, pero a más de eso se recomienda adicionalmente, que estos bancos de preguntas sean suficientemente trabajados con los estudiantes, lo que en ciertos sectores en manos de profesores no tan vocacionados va a terminar en una memorización de respuestas, de tal suerte que todos pasen aunque no sepan.
Después de haber vivido lo que hemos soportado, sería mucho más beneficioso el sincerar nuestra realidad, el saber con qué exactamente contamos, cuál es el estado de conocimiento de nuestros alumnos, y mejor que eso, que tan predispuestos están a aplicar ese conocimiento para resolver problemas y conflictos.
Verdad es que no resulta ser esta la primera ocasión en que el ministerio opta por este camino, muchas veces se ha ido por esa senda y los resultados están a la vista: un pueblo cada vez menos educado, cada vez menos culto, cayendo en manos de cualquier ilusoria y falsa promesa o de cualquier populismo barato.
Trabajemos por cambiar nuestra realidad, por aclarar nuestro futuro como sociedad, como nación, como humanidad de la que somos parte.
Ojalá que los altos mandos ministeriales realicen un giro de timón.
Dr. Abelardo García Calderón
Sin Comentarios