Sed de horizonte

Hace ya algunas semanas en una alocución a los jóvenes, el papa Francisco motivaba a la concurrencia para las jornadas de la juventud diciendo a los adolescentes que habían de tener “Sed de horizonte”, indicando con esto la necesidad que tenemos los humanos de buscar lo trascendente, lo que está más allá del aquí y ahora, que tan fácilmente los atrapa y entrampa.

Nada más oportuno que esas palabras para una adolescencia y juventud que están ancladas a las pantallas, que son irreverentes a los procesos y que no están dispuestos a esperar por consecuencias ni resultados a largo plazo.

Sí, pues el clic, la inmediatez, el automatismo, golpean con fuerza las mentes juveniles; basta un botón para cambiar el clima, para obtener una respuesta, para recibir información, para satisfacer un deseo. Están amarrados a la rapidez, a lo fácil, les desespera el no ver y tocar, les desespera el análisis, el proceso. Es bueno “lo que me sirve ahora” y, descuidan el futuro porque les asusta y no entienden el mañana.

Los jóvenes de hoy necesitan ser educados en las ciencias del pensar, en la reflexión, en la observación, en el contraste de ideas, en la búsqueda de la verdad, en la verificación en la fuente. Necesitan ser descubiertos como personas que están para vivir y dejar huellas. Y para todo eso, es obvio que tenemos que enseñarles a pensar, a abrir la mente, a saber que están hechos para cosas importantes, porque ellos mismos valen mucho.

Hay que descubrir y generar en ellos esa “sed de horizonte” de la que habla el papa Francisco. Solo así perderán el miedo a madurar, a crecer, a ser gentes capaces de construirse y dar ejemplo.

Cuando se nos repite a cada instante que el futuro es un albur y que lo que cuenta es el presente, se cortan alas a la mente y se ponen frenos al desarrollo de esa persona humana que busca ir más allá para dejar legado, para descubrir caminos, para generar nuevos espacios, nuevas realizaciones.

Enseñemos para que vuelen alto, para que sean esa flecha que busca blanco y esa esperanza que como personas humanas son.

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